El próximo sábado en el Estadio del Alumno en Chesnut Hill, Massachusetts, se jugará una edición más entre las dos Universidades Católicas de la División I de la NCAA, las Águilas de Boston College y los Irlandeses Peleadores de Notre Dame.
La serie la domina el equipo de Indiana 12-9, para el equipo del Coach Brian Kelly es importante un triunfo que los mantenga cercanos en la votación para aspirar a un lugar por el juego del Campeonato Nacional, hasta el momento se ubican en la cuarta posición a nivel nacional en las votaciones de los entrenadores, la Prensa Asociada y la Serie del tazón de Campeonato (BCS).
Pese a tener una marca perdedora esta temporada, las Águilas suelen dar cerrados juegos a los Irlandeses e históricamente los han hecho tropezar en casa dos ocasiones y han frustrado sus aspiraciones al título nacional en las cuales los Irlandeses se ubicaban dentro de los primeros cuatro lugares a nivel nacional.
La más reciente ocurrió en el 2002 cuando los Irlandeses perdieron en cerrado juego 14-7; pero sin duda la más recordad y dolorosa ocurrió en 1993, cuando el equipo de Indiana se ubicaba en el primer lugar de las clasificaciones, al haber derrotado a los Seminoles de Florida State una semana antes y se perfilaban al campeonato colegial.
Los volátiles de Boston College se ubicaban como el equipo número 17 de la nación y eran comandados por el mariscal de campo Glen Foley, quien sorpresivamente había tomado una ventaja de 38-17 en el último cuarto ante una enmudecida afición que no daba crédito a lo que sucedía en el campo. Dos errores del pasador de las Águilas le dieron vida al equipo de Indiana que remontó la desventaja al anotar en tres ocasiones y tomar por primera vez la ventaja en el juego por 39-38.
El pasador era uno de los más efectivos jugadores de todo el país en series de menos de dos minutos; una estrategia que el entonces coach de Boston College Tom Coughlin, ahora actual estratega de los Campeones Gigantes de Nueva York de la NFL, había implementado en el equipo y reforzaba en cada práctica.
Con tan sólo 1:09 de tiempo, las Águilas ejecutaron una serie ofensiva que los llevaría al campo de los Irlandeses y con tan sólo cinco segundos en el reloj de juego, intentarían convertir el gol de campo de 41 yardas para lograr el triunfo, fue entonces cuando el pateador David Gordon impulsó el ovoide con todas sus fuerza para darle la victoria al equipo de Massachusetts y lograr así una de las más grandes sorpresas en la historia del futbol americano colegial.
Esa fue la última ocasión en que los Irlandeses Peleadores han estado clasificados en la primera posición a nivel nacional.
En el futbol americano deja enseñanzas muy valiosas, una de ellas es que ningún encuentro se gana antes de jugarlo.
Héctor Salinas
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