Lo barato sale caro.
En la larga historia de la Liga
Nacional de Futbol Americano (NFL), jamás se había presentado tanta
controversia en las decisiones tomadas por las planillas arbitrales; la liga
está pagando muy caro el haber recurrido a grupos de oficiales de un nivel inferior,
muchos de ellos de ligas tales como la Lingerie League femenil, otros de nivel
preparatoria, por mencionar algunos casos que han traído una serie de malas
decisiones, por el desconocimiento de las reglas en este nivel pero sobre todo
por la rapidez del juego.
Durante el pasado fin de semana
se presentaron varios intentos de riña entre los jugadores quienes aprovechando
la falta de experiencia se han dedicado a golpear al rival de manera ilegal; en
particular resaltan los golpes al Mariscal de los Texanos de Houston, Matt
Schaub por parte de la defensiva de los Broncos, durante una jugada el
linebacker Joe Mays contactó directamente al pasador en la cabeza, el impacto
fue tal que el botó el casco y parte de la oreja. Al mismo tiempo pero en el
estadio de Oakland el defensivo profundo de los Acereros de Pittsburgh Ryan Mundy,
golpea al casco del receptor de los Raiders, Darrius Hayward Bay en una jugada
de pase, conmocionándolo y lo más sorprendente es que no cayó ningún pañuelo
señalando la infracción por dicha acción.
Han transcurrido ya tres jornadas
desde la apertura de la temporada y la liga guarda un hermetismo respecto a las
negociaciones que la Asociación de Jugadores Profesionales ya emitió un
comunicado al respecto, pidiendo a los dueños y a la Liga el fin de la huelga
de los oficiales por el bienestar e integridad de los jugadores.
La NFL, por su parte no emitió
respuesta alguna, pero luego de las actuaciones tan disparejas y erróneas por
parte los árbitros suplentes ya deben de estar reconsiderando su postura al
respecto.
La liga ha estado pregonando los
últimos tres años acerca de la seguridad de los jugadores y hace énfasis en
castigar el jugador que golpea casco a casco o busca lastimar sobre todo al
rival.
A los aficionados no les interesa
saber de huelgas, ya por experiencia la liga ha visto los resultados al ofrecer
partidos con jugadores sustitutos y ahora las consecuencias de traer oficiales
sustitutos la tiene en la mira del deporte profesional por su falta de garantía
para el espectáculo que genera cada semana una derrama de millones de Dólares.
Desde el 2001, la liga no había
utilizado árbitros suplentes pero en esa ocasión sólo fue por una jornada y el
reemplazo fue con oficiales de primera línea de la NCAA.
Los aficionados, entrenadores y
los jugadores parecen estar hartos de esta situación y si la liga no cambia su
parecer y establece un trato a las planillas en disputa, la administración del
juego y el bienestar mismo de la liga estarían en riesgo.
Héctor Salinas.
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