lunes, 24 de septiembre de 2012

El costo de una mala decisión.


Lo barato sale caro.
En la larga historia de la Liga Nacional de Futbol Americano (NFL), jamás se había presentado tanta controversia en las decisiones tomadas por las planillas arbitrales; la liga está pagando muy caro el haber recurrido a grupos de oficiales de un nivel inferior, muchos de ellos de ligas tales como la Lingerie League femenil, otros de nivel preparatoria, por mencionar algunos casos que han traído una serie de malas decisiones, por el desconocimiento de las reglas en este nivel pero sobre todo por la rapidez del juego.

Durante el pasado fin de semana se presentaron varios intentos de riña entre los jugadores quienes aprovechando la falta de experiencia se han dedicado a golpear al rival de manera ilegal; en particular resaltan los golpes al Mariscal de los Texanos de Houston, Matt Schaub por parte de la defensiva de los Broncos, durante una jugada el linebacker Joe Mays contactó directamente al pasador en la cabeza, el impacto fue tal que el botó el casco y parte de la oreja. Al mismo tiempo pero en el estadio de Oakland el defensivo profundo de los Acereros de Pittsburgh Ryan Mundy, golpea al casco del receptor de los Raiders, Darrius Hayward Bay en una jugada de pase, conmocionándolo y lo más sorprendente es que no cayó ningún pañuelo señalando la infracción por dicha acción.

Han transcurrido ya tres jornadas desde la apertura de la temporada y la liga guarda un hermetismo respecto a las negociaciones que la Asociación de Jugadores Profesionales ya emitió un comunicado al respecto, pidiendo a los dueños y a la Liga el fin de la huelga de los oficiales por el bienestar e integridad de los jugadores.
La NFL, por su parte no emitió respuesta alguna, pero luego de las actuaciones tan disparejas y erróneas por parte los árbitros suplentes ya deben de estar reconsiderando su postura al respecto.
La liga ha estado pregonando los últimos tres años acerca de la seguridad de los jugadores y hace énfasis en castigar el jugador que golpea casco a casco o busca lastimar sobre todo al rival.

A los aficionados no les interesa saber de huelgas, ya por experiencia la liga ha visto los resultados al ofrecer partidos con jugadores sustitutos y ahora las consecuencias de traer oficiales sustitutos la tiene en la mira del deporte profesional por su falta de garantía para el espectáculo que genera cada semana una derrama de millones de Dólares.

Desde el 2001, la liga no había utilizado árbitros suplentes pero en esa ocasión sólo fue por una jornada y el reemplazo fue con oficiales de primera línea de la NCAA.
Los aficionados, entrenadores y los jugadores parecen estar hartos de esta situación y si la liga no cambia su parecer y establece un trato a las planillas en disputa, la administración del juego y el bienestar mismo de la liga estarían en riesgo.
Héctor Salinas.

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