La mejor defensiva en la historia de un Super Bowl, así podría ser
considerada por su actuación en el Super Bowl XLVIII, a la unidad de contención
de los Campeones Halcones Marinos de Seattle; limitar a la mejor ofensiva en la
historia de la NFL a tan sólo ocho puntos y menos de 350 yardas totales, habla de la marca del equipo del
Coach Pete Carroll, quien ha logrado conjuntar uno de las escuadras más sólidas
de toda la NFL.
Desde la edición del Super Bowl XXV, cuando se enfrentaron los Bills de
Buffalo contra los Gigantes de New York; no medían fuerzas la mejor ofensiva de
la NFL contra su la mejor defensiva. En esa ocasión se jugó uno de los juegos
de campeonato más dramáticos de la historia.
Previo al arranque del juego, las casas de apuestas cambiaron las apuestas a
favor del ataque dirigido por Payton Manning, se les catalogó de favoritos para
levantar el trofeo de campeón; esa situación fue el acicate que motivo a toda
la unidad defensiva de los Halcones Marinos, quienes se sintieron
menospreciados pese a las grandes actuaciones durante la temporada.
El resultado de 43-8 fue por demás apabullante, marcaron la pauta desde
inicio del juego, un desafortunado centro que se convirtió en dos puntos a
favor de la defensa de Seattle fue el incio del caos para los Broncos de
Denver, su ofensiva nunca pudo carburar ni entrar en ritmo, el esquema
defensivo del Coordinador Dan Quinn no fue descifrado y funcionó casi a la
perfección.
¿Dónde se ubica la defensa de los Halcones
Marinos de Seattle?
Como un reconocimiento a su desempeño, el jugador más valioso del juego fue
el linebacker Malcolm Smith, quien interceptó uno de los dos pases lanzados por
Payton Manning y lo regresó 67 yardas para un touchdown. Con la nominación el
linebacker se une a dos históricos jugadores quienes han ganado ese galardón,
los linebackers Chuck Howley de los Vaqueros de Dallas y Ray Lewis de los
Cuervos de Baltimore.
Con esa destacada actuación pueden ya reclamar un lugar entre los mejores
equipos defensivos de un Super Bowl, junto a los Osos de Chicago de 1985 y los
Cuervos de Baltimore del 2000.
Payton Manning y su
legado para la NFL.
El día que el brillante pasador decida retirarse, sus marcas y victorias
serán analizadas a conciencia para colocar su nombre entre los mejores
quarterbacks que hayan pisado jamás un emparrillado; desafortunadamente su
marca de un ganado y dos derrotas en el Super Bowl será una marca indeleble en
su impresionante historial.
Todos recuerda al Campeón pero muy pocos o casi nadie al segundo lugar, así
de injusto es el deporte; las marcas establecidas durante toda la temporada ahora
sólo serán parte de un recuerdo, de manera similar a lo que vivió Dan Marino
con los Delfines de Miami en la temporada de 1984.
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